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Fotografía propiedad de: periodicolavoz.com.mx |
COAHUILA.- José Francisco Lavador Zapata, mejor conocido en la comunidad gay como “Paola Lombardi” fue despedido por sus familiares, amigos y vecinos quienes lo recordaron como una persona sociable y coqueto, murió luego de inyectarse aceite comestible en el pecho.
Paola Lomardi quien vivía con sus padres en la calle Regiomontano de la colonia Ferrocarrilera en Frontera, murió horas después de acudir a que le inyectaran aceite, con un enfermero que trabaja para el IMSS, de acuerdo al informe de la Procuraduría General de Justicia, esta no fue la causa de muerte, pero su padre fue quien dio a conocer que se inyectaba algo, sus amistades confirmaron que se trató de aceite comestible con el que pretendía lucir unos mejores senos.
Fue el pasado martes por la noche cuando se sometió a este peligroso tratamiento, dijo a sus padres que no se tardaba, que iría a un mandado y fue a inyectarse el aceite, horas después empezó con malestares.
Ahí empezó todo y finalmente murió la tarde del día siguiente. Sus restos fueron velados desde los últimos minutos del día miércoles y hasta ayer por la tarde en la funeraria Villarreal en la zona Centro de Frontera, ahí se dieron cita sus padres, José Guadalupe Lavador Gallegos y Sara Zapata , además de vecinos y miembros de la comunidad LGBTI, quienes lloraron la lamentable pérdida de Paola Lombardi.

Ahora sus padres se encuentran devastados, tuvieron dos hijos y a la fecha los dos han muerto, no han comentado nada respecto a si interpondrán una denuncia en contra del enfermero que realizó “el tratamiento” y de quien no se sabe su nombre. La muerte llega de manera imprevista, los gastos funerarios fueron financiados a los padres del fallecido, quienes hasta el día de ayer comentaban que no sabían cómo pagarían esta deuda.
Al lugar llegaron muchas personas de la comunidad LGBTI, para velar el cuerpo de un buen amigo y con el debido respeto dar el pésame a sus padres.
“Es una pena muy grande, un dolor grande, es un gran amigo, compañero y vecino que lamentablemente falleció”, comentaban Pedro Chaires. Mencionó que siempre le pidió que no hiciera eso, que no accediera a ningún tratamiento porque podría tener consecuencias graves como ya se habían presentado en algunos de sus compañeros, aun así José Francisco Lavador Zapata decía que él lo quería hacer. Amigos de Paola Lombardi lo recordaron como una linda persona, querida y muy alegre, le gustaba la fiesta y convivir, pero además siempre fue muy buen hijo pues a pesar de sus preferencias sexuales siempre respetó a sus padres.
“Son tantas cosas, recuerdos y anécdotas, siempre convivimos muy bien y se portó muy bien con nosotros, ahora está descansando en paz”, comentó Pedro Chaires. A las 5:00 de la tarde en la iglesia del Sagrado Corazón de Jesús se realizó una misa de cuerpo presente y posteriormente los restos de Paola Lombardi fueron trasladados al panteón Guadalupe en Monclova para darle cristiana sepultura.