Desde que nació Mía Gyliana no sólo perdió a su madre, también se le ha negado el derecho a la identidad. A punto de cumplir dos años, su padre, Gilberto García Avendaño, logró que la Defensoría de Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca (DDHPO) emitiera la recomendación 07/2017 en contra del Registro Civil para que la instancia registre a la menor con el apellido de ambos progenitores, sin que medie una prueba de paternidad o la madre deba estar presente.
Al saber que la recomendación obliga a la directora del Registro Civil, Martha Alicia Escamilla, a instruir a la oficialía de Santa María Huatulco, de donde la niña y él son originarios, a pesar las violaciones a los derechos humanos, Gilberto García consideró que la funcionaria debe dejar de negarse a que el trámite se realice.
Afronta despotismo y soberbia
Entrevistado vía telefónica, recordó que después del sepelio de su pareja intentó registrar a su hija con los nombres que ambos habían elegido mientras vivía Liliana, pero el oficial del Registro Civil de Huatulco, Julio A. Morales, pedía que, además del acta de nacimiento y de defunción de la madre de Mía y otros documentos, debía presentar el reconocimiento de paternidad mediante una prueba de ADN.
Después el argumento cambió y a Gilberto le pedían, para que Mía llevara el apellido de su madre, ella debía estar presente, pasando por alto que había fallecido. Con el tiempo el pretexto fue otro: Liliana Castillejos estaba casada y no había forma de corroborar el concubinato.
Se les cayó el sistema
El cambio de administración gubernamental no modificó en nada. En febrero pasado, el padre volvió a acudir a la DDHPO y, durante los últimos tres meses, insistió en su caso hasta lograr la recomendación dirigida al Registro Civil para que cesen las violaciones a los derechos humanos de Mía, a quien se le ha negado asentar con el apellido de su madre porque la ley marca que la señora debe comparecer, aunque falleció después del parto.
“No es posible que un padre que quede viudo y llegue a intentar registrar a su hijo le pidan una prueba de ADN. Yo no era casado, ese era el problema porque debía ir la mamá para presentarse a registrar a su hija, aunque estuviera muerta”, dice sin entender la insensibilidad de servidores públicos.
Víctima inocente
En un comunicado la Defensoría detalló que dentro de su expediente DDHPO/766/(17)/OAX/2017, se acreditaron violaciones a los derechos humanos de la niña agraviada, lo que implica que se realice “la reparación integral del daño causado al padre la niña, en apego a la Ley General de Víctimas y a la Ley de Atención a Víctimas del Estado de Oaxaca”.Además del registro de su hija, para Gilberto está pendiente que se investigue la muerte de su pareja en el Hospital Comunitario de Santa María Huatulco, donde ella laboraba y a donde acudió la madrugada del 20 de agosto por ruptura de fuente, pero a las 7:20 horas del día siguiente le entregaron el cuerpo sin vida de su pareja, argumentando que presentó hemorragia obstétrica durante cuatro horas y un estado de shock.
Con información de nvinoticias.com