Pozuelos de Arriba, municipio de Frontera, Coahuila.- Campesino construye una pirámide de sanación porque un extraterrestre le pidió un templo para poner a prueba su fe.
Raymundo Salomón Corona Villareal, o ‘Mundo’ un trabajador de la tierra de 33 años, acababa de ser papá de una niña, cuando un hombre se le apareció y le habló de cosas fuera de su comprensión, incluso lo llevo al lugar donde habría de erigirse la construcción.
El hombre le aseguró que venía de la constelación de Orión, de un sitio llamado Nefilin. 20 veces más grande que la tierra y donde viven unas criaturas semejantes a los humanos. El ser no quiso revelar su nombre a Mundo, no hasta que tomara conciencia.
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| Crédito fotografía: Vanguardia |
Así Raymundo, guiado por la sabiduría fuera de este mundo, comenzó a construir una pirámide de 7 metros de altura en el ejido Pozuelos de Arriba, cerca de Monclova y del municipio de Frontera, en Coahuila.
Los habitantes del ejido estaban ya acostumbrados a ver aparatos voladores por el cielo, escondidos entre las nubes; bolas de fuego que llamaban brujas.
Años después, a Mundo Corona se le apareció el mismo ser pero con otro aspecto. Era alto, de ojos color miel y cabello cano que llegaba hasta el suelo; vestía túnica y andaba descalzo.
En su segunda aparición, la criatura le pidió a Mundo hacer un templo de 108 metros, calculando altura y base, debía ser en forma de pirámide.
En años posteriores, se le aparecieron seres semejantes que vestían túnicas. En el parto de otra de sus hijas, Mundo asegura haber visto a la muerte y a un ángel que intercedió ante Dios para que no le arrebatara la vida a su mujer ni a su vástago.
Un día, regreso el primer ser. Por fin reveló su nombre a Mundo: era Herulayka, el que ama libremente, el que ama en libertad.
En 1988 se volvió a apersonar frente a Mundo y a un grupo de amigos, adeptos de las historias del campesino. Fue allí cuando 9 personas vieron aparecer al extraterrestre frente a la pirámide.
Algunos no comprendieron lo que vieron. Otros cambiaron su estado de ánimo tras la revelación. Ninguno fue el mismo después de la presencia de Herulayka.
El mensaje final del maestro Herulayka, a través de Mundo fue: “No desesperes si un día te encuentras solo, recuerda que si dentro de un millón de años uno te escuchara, eres como el propio diamante que esparce la luz del conocimiento.
Queremos que se den cuenta lo terrible que están haciendo en este lugar llamado tierra, y que deben cuidar porque les da lo necesario para vivir. Deben estar conscientes que son una réplica de la tierra porque les da lo necesario para vivir. Todo esto que te he contado cuéntaselo a los demás”.
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| Crédito fotografía: Vanguardia |
Escrito por: Diego Velázquez R.