Aunque el chile es muy apreciado como condimento e ingrediente en la preparación de una amplia gama de platillos, el chile tiene valor nutricional y además tiene propiedades medicinales.
Ya el cronista Bernandino de Sahagún, durante la época de la Nueva España consignó los usos terapéuticos que los mexicanos le daban a esta planta.
Hoy se sabe que el agente que hace que el chile pique, la capsaicina,ayuda a la mejora de la circulación sanguínea, además de que previene la formación de coágulos y el endurecimiento de las arterias, lo que ayuda a prevenir los ataques al corazón.
Por sus concentraciones de vitaminas A y C, los chiles previenen problemas en la vista, las encías, las mucosas y los dientes. Los antiguos mexicas ya se untaban chile para remediar algunos males de la boca.
En la actualidad, algunos productos que sirven para combatir el dolor muscular usan extracto de chile, pues la capsaicina es también antinflamatoria.
La misma capsaicina es también un antioxidante que retarda el envejecimiento. Según unas últimas investigaciones, es posible también que sea útil para eliminar células cancerosas.
También se le utiliza en la elaboración de champús para evitar o prevenir la caída del cabello.
Finalmente, según la revista Arqueología Mexicana: “Contra lo que se cree, la ingesta de chile no produce úlceras o daños al estómago, al contrario, promueve la buena digestión pues aumenta la producción de saliva y jugos gástricos.”
Escrito por: Alexander Garín Rojas