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Crédito fotografía: Ismael García |
Oaxaca.- La esposa del campesino de Tlacolula de Matamoros, Oaxaca que está preso por matar tres conejos de un predio comuna, Adela Soriano Aguilar, se encuentra en un batalla contra la autoridad judicial para sensibilizarla y que ésta le otorgue la libertad.
En entrevista para el reportero Ismael García de NVI Noticias, alegó que tras sus seis meses de prisión, la economía de su casa se ha ido a la quiebra y ella ha tenido que vender algunos de sus bienes para mantener a sus hijos en la escuela.
“La verdad la justicia no la hemos visto, estamos esperando porque salga libre, no esperábamos que ocurriera un caso similar; era el único sostén de la familia y ahora estamos padeciendo una crisis; si no fuera por mis cuñados que nos ayudan, no sé qué habría pasado”, alegó
Y es que de acuerdo con el juez federal que lleva el caso, su delito es grave y no alcanza fianza. Es más, se le considera un criminal reo de alta peligrosidad.
“Para mí ha sido muy difícil, muy doloroso, desgraciadamente tengo una enfermedad que es diabetes y sí me ha afectado; como dice mi cuñado por amor soportamos las humillaciones en la cárcel cuando lo vamos a visitar, pero es doloroso” continúa.
En 27 años que lleva de casada con él no se ha metido en ningún problema de justicia de ningún tipo. “No somos ricos, no tenemos muchas propiedades como dicen; mi esposo es campesino y por supuesto que es indígena, es zapoteco del Valle y no entiendo por qué dudan de eso; no sé si quieran ver todo el tiempo a los indígenas con taparrabos, pobres y con huaraches”, dice la esposa.
De este modo contesta al juez que le solicita un estudio antropológico para demostrar que efectivamente es miembro de una etnia.
Concluye que la gente conoce a su esposo como una persona de bien. “Pedimos su libertad, como que le dio vuelta a mi vida; no tenemos nada en contra del juez, sino que le pedimos sea más humano para impartir justicia”, finaliza.
Escrito por: Alexander Garín Rojas